sábado, 24 de abril de 2010

TRIBULACIONES



Se rompen a estas hora
las tribulaciones de la tarde
Y con viejas ropas
vierten su queja tibia las palabras más que viejas
No estamos contentos
con la poesía
y en los febriles
labios de la angustia
se nos cruzan las palabras. No atinamos.
Repetimos siempre mismas cosas
Repetimos lugares que ya pisaron todos
Incluso nuestros vuelos son más altos que la medianía
y  no atinamos.

Con un racimo de cantos primitivos
al corazón directo
se nos va todo el poema.

Esto se pensó en abril.

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